Asociación Rugby de Santiago
02/09/2022 at 13:12
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La gran misión del rugby femenino en el Cono Sur

El rugby femenino es una realidad en todo el mundo. Ya tiene una importante comunidad de  público femenino en Europa, y sobre todo en Oceanía. Es más, en Sudamérica ya se ven grandes luces de masificación sobre todo en la región andina como es Bolivia, Chile, Perú y Argentina. No obstante, aún queda mucho por hacer para afianzar el expansionismo del deporte.

Por Ada Pérez S. y  Camilo Zavala P.

El avance es total que incluso World Rugby, planea un proyecto de una gran liga mundial femenina. Todo esto, inmerso en su plan estratégico "Women in Rugby 2017-2025" que tiene como objetivo la masificación del deporte en el mundo, desarrollando programas de alto rendimiento en los países donde el rugby es potente, y con un plan comercial con una inversión robusta.

Queda claro que el autodenominado segundo deporte más popular del mundo busca acercarse a las mujeres.

La idea es que el 2023 se desarrolle la primera competencia, con una liga con 16 participantes en tres distintos niveles, con ascensos y descensos. Cada torneo será anual y tendrá una sede en específica.

Una realidad totalmente distinta a la Sudamérica, donde el amateurismo, las rifas y completadas son pan cada de día para poder competir.

El auge en Sudamérica

En la actualidad, cada vez más mujeres practican rugby en América Latina. En 2021, sólo en Chile el rugby llegó más de 500 chicas, quienes de una forma amateur se prepararon para competir. Una realidad distinta a la que se vive en Argentina o España.

En ambos países el rugby femenino ya está instalado. No obstante, en el territorio ibérico la iniciación al rugby comienza a partir de los 7 y 8 años. “Acá ya está instalado el rugby femenino y en Argentina recién arranca. Seguramente siguen existiendo machistas que creen que este deporte es solo para hombres, pero cada día se va mejorando la comunicación del rugby femenino para desmitificar este pensamiento. Y esto también nos hace mejores como unión”, analiza Antonella Reding, jugadora argentina que defiende los colores del club español Getxo Rugby Taldea.

Reding aseguró al segmento deportivo deportivo del diario perfil que en España el rugby es más aceptado como deporte en las mujeres.

“El rugby fue un deporte que siempre me llamó la atención. Recuerdo que en el mundial del 2011 yo estaba en Estados Unidos y solía despertarme a la madrugada para ver los partidos. Pero no tenía ni idea de que existía el rugby femenino”, describe Lucero Viveros capitana del equipo paraguayo.

Viveros destaca el gran compromiso que tuvo la Secretaría de Deportes el gobierno paraguayo después de la participación de “Las Yacarés” en el torneo Valentín Martínez realizado en Uruguay en 2020. En plena pandemia.

“Con mi camada empezamos en una cancha donde ni siquiera había pasto, teníamos que tomar agua de la canilla. Hoy en día estamos jugando en un estadio, salís y encontrás agua mineral en una botella. Pero creo que esto es lo normal, no tendríamos que haberlo esperado tanto. Hay una frase que yo siempre utilizo, y aún más desde que el año pasado cuando pudimos posicionarnos como segundas en Sudamérica, que es,'quereme para ganar, no me quieras cuando gano’”, recalca.

La falta incentivo al rugby femenino también se repite en otros países debido a su amateurismo. “Aquí no llegamos ni a quince clubes en todo el país, hablando solo de femenino. En masculino quizá haya unos diez. Estamos en desarrollo, pero lo que más nos sirvió fueron los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde se hizo un poco más conocido el deporte, la gente hablaba de él y los padres comenzaron a mandar a sus hijos a los cursos de verano”, explicó sobre la problemática Michelle Flores Cordero, rugbier de la selección peruana y premiada como la mejor jugadora sudamericana en 2020.

Pese a su amateurismo, en Perú no se considera al rugby como deporte de elite. "El rugby es accesible, hay muchas páginas de rugby donde se está moviendo la publicidad de los clubes y se hacen scoutings para niños. Si no tienes los recursos, el mismo club busca la manera de como ayudarte, porque lo que no quieren es perder al jugador”, contó la deportista nacida en Venezuela, quien debido a la crisis humanitaria de su país llegó a Perú en el año 2015.

La falta de clubes en todo el cono sur evidencia que la mayoría de las mujeres se adentren en el deporte entre los 18 y 24 años. En Uruguay, sólo existen 10 clubes con rugby femenino y tan sólo dos poseen categorías para niñas y adolescentes menores de 18 años.

Para logra masificar la disciplina femenina “se necesita que más empresas apoyen este deporte, más sponsors. Los clubes no reciben ningún apoyo del gobierno, cada club busca sustentarse a través de rifas o ventas”, establece la uruguaya Antonella Verocai, quien comenzó a los 9 años en el deporte y es una de las grandes promesas del país oriental.

El desafío de masificar

Para acabar con esta problemática es necesario que todas las organizaciones deportivas, asociaciones, federaciones y confederaciones se unan bajo el alero de la desmitificación elitista de la disciplina.

"No existe el deporte para un género, acá lo que importa es el compromiso y la dedicación para querer jugar", afirma Bárbara Pichot, coordinadora del rugby femenino para Sudamérica.

"Para poder cambiar la situación de este juego se necesita cambiar la cultura y esto lleva décadas de trabajo, que hoy comienzan a dar frutos. Pero aún, así hay personas que ni se imaginan que todos podemos jugar al rugby, y ni hablar de que incluso desde chicos existe la posibilidad de jugar mixto”.

Otro punto importante para destacar es la generación de competencias e instancias educativas que ayuden a desmitificar la disciplina. Sin torneos ni actividades la misión de convocar más jugadoras en los distintos clubes de Chile y el Cono Sur se pondrá cuesta arriba.

“Con Arusa abrimos la categoría de 15 y juvenil. Armamos una academia hace cuatro meses para esa edad y nos ayudará a traer jugadoras de distintos perfiles. A nivel nacional somos más de 1.120 mujeres jugando rugby en distintas edades”, destaca la oficial de desarrollo de rugby femenino de ARUSA, Karol Haro.

Para esta 2022, la Asociación de Rugby de Santiago proyecta que la práctica de rugby femenino en ambas modalidades (seven y xv) crezca en una 50%. Esto se deberá a la naturalización de la mujer en las disciplinas que antes eran consideradas ‘sólo para hombres’ junto también la convocatoria que ARUSA hace en conjunto con sus clubes afiliados y los municipios.

La tarea es difícil. Será misión de cada país naturalizar el plan de World Rugby y ver de qué manera legitiman una disciplina que ya tiene adeptas en todo Hispanoamérica y que aspira en el mediano plazo desbancar al fútbol femenino en materia de práctica deportiva.

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