Una lesión poco común: el Corte de ligamento del Lisfranc
El corte de ligamento del Lisfranc puede ocurrir por entrenar en terrenos disparejos o en situaciones de juego donde el pie se ve altamente condicionado a choques o torciones de alta o bajar energía. Revisemos juntos más detalles sobre esta lesión con el Dr. Mario Escudero, Traumatólogo de Alemana Sport
¿Cómo se origina esta lesión?
“Se denomina Lisfranc en honor a un cirujano francés llamado Jacques Lisfranc, quien luchó en la armada de Napoleón Bonaparte. Se refiere a una lesión a nivel del medio pie entre el tarso y los metatarsianos. Esta lesión puede ser de alta o baja energía y en general en el rugby ocurre por lesiones de baja energía”.
¿Qué tejidos involucra?
“Esto es variable. Dependerá del grado de energía involucrado en la lesión. En el caso de un accidente automovilístico, habría una luxación entre los huesos del medio pie o bien una rotura de ligamentos de dorsales y plantares. En lo que es la lesión deportiva, lo que se puede llegar a romper es el ligamento del lisfran. Este ligamento va desde la cuña medial al segundo metatarsiano y es de suma importancia porque le da estabilidad al pie. Si este ligamento se rompe, el pie pierde su estabilidad; colapsa el arco plantar y causa a mediano o largo plazo un pie doloroso”.
¿Cómo es su proceso de recuperación?
“En cuanto a su proceso de recuperación, esto dependerá del grado de lesión. Si solamente tenemos un esguince de lisfranc, donde no hay rotura completa de este ligamento, la recuperación implica terapia kinésica y hielo. Probablemente el deportista pueda estar de vuelta a la competencia en un plazo de 6 semanas aproximadamente. En el caso que haya una rotura del ligamento o bien un desplazamiento en el plano sagital o transversal del segundo metatarsiano, eso requerirá cirugía. Esta puede ser de manera abierta y meramente invasiva, dependiendo del cirujano y la capacidad de lograr una reducción anatómica. En estos casos, los procesos de recuperación y reintegro deportivo van entre 3 a 4 meses. Dependerá mucho del grado de lesión de este ligamento y si ocurre o no un desplazamiento a través de la estructura ósea del pie.”
¿Cómo podemos prevenirla?
“Yo lo dividiría en dos partes. Uno es el tema del calzado. Es importante el uso de un calzado adecuado que evite la flexión plantar forzada con carga axial. Lo otro es el terreno de juego. Si hay una superficie irregular, la posibilidad de que esta lesión ocurra es mayor. El campo de juego debe ser lo más parejo posible sin desperfectos para poder practicar de buena manera el deporte”.
